Aunque algunos se empeñen en negar la evidencia, la Guardia Urbana de L'Hospitalet no está funcionando bien.
Algo pasa y, de momento, no parece que se haya encontrado solución.
El responsable de la Guardia Urbana puede asegurar sin rubor que este servicio público funciona perfectamente pero lo cierto es que el grado de absentismo es enorme, el número de bajas entre los agentes alcanza en ocasiones niveles asombrosos y además, la estructura y cadena de mando parece que no está clara.
Sin ir más lejos, el que durante años fue superintendente ahora es asesor (cargo de confianza política muy bien pagado), se supone que del responsable político. ¿Quiere decir ésto que ahora es de confianza y antes no lo era? ¿De qué depende entonces la calidad del servicio? ¿de que estén al servicio del político, como ahora o de la profesionalidad?
De nada vale negar la evidencia de los problemas: UGT i CSIF convocan movilizaciones cada martes (a partir del 20 de abril) y cada viernes ( a partir del 23 de abril) como medidas de protesta y reivindicación.
CCOO, en su informativo núm.168 del mes de abril también emplaza al responsable de la Guardia Urbana a solucionar los problemas y a cumplir con sus compromisos.
¿Es posible que todos los sindicatos de hayan puesto de acuerdo para perjudicar a alguien? ¿o quizás es más probable que realmente existan problemas que se deben solucionar?
La arrogancia y desviar la atención no son las mejores fórmulas para poner remedio y mucho menos cuando lo que está en juego es el interés público de los ciudadanos. Hablamos de un servicio público de vital importancia que en estos momentos, ciertamente no funciona bien.
Es de esperar que los reponsables políticos estén a la altura de su responsabilidad y se pongan manos a la obra.
No es necesario que nos den la razón a los que nos quejamos..., simplemente que lo arreglen... y que demuestren que són útiles a los ciudadanos que es a quien nos debemos.
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