martes, 22 de diciembre de 2009

URBANISMO SOCIAL

Mejorar los índices de desarrollo humano así como la calidad de vida de los habitantes de un territorio a través de la práctica urbanística podría ser la esencia de lo que se llama "Urbanismo Social".
A menudo, columnistas, políticos o inversores inmobiliarios hacen uso de este término para poner en valor y publicitar actuaciones urbanísticas que poco o nada tienen que ver con lo social.
"Microcirugía urbana", "clúster de excelencia", "urbanismo social" y muchos otros, son todos ellos, términos acuñados, en su mayoría, por teóricos y profesionales del urbanismo, pero que hoy se utilizan, en ocasiones, de manera propagandística sin demasiado criterio.
Cuando la política urbanística va más allá de la ordenación del territorio y de la arquitectura, y situa a las personas en el centro del discurso de la ciudad, es entonces cuandos nos acercamos al "Urbanismo Social".
Ese urbanismo que se pone al servicio de las personas; ese urbanismo cívico que se basa en la transparencia y la participación ciudadana, ése es el "Urbanismo Social".
Se trata de un modelo de urbanismo sostenible, transparente y participativo que apuesta claramente por la vivienda protegida y la calidad de los espacios públicos.
Así pues, algunas de las actuaciones más rimbombantes de esta ciudad, poco tienen que ver con el "Urbanismo Social", por más que se repita de manera más o menos continuada todo lo contrario.
Ejemplo:
La Plaza Europa, es probablemente una de las nuevas centralidades del Área Metropolitana y contiene una arquitectura (todo es discutible) que en lineas generales, me parece de una calidad excelente. Sin embargo, no se puede olvidar que fuera de la coyuntura de los últimos años y de la burbuja inmobiliaria, su resultado habría sido completamente diferente. Gran cantidad de viviendas vacías, grandes promotoras en concurso de acreedores, una inmensidad de metros cuadrados de ofinas por ocupar y todo a precios exhorbitantes.
Tampoco hay que olvidar que, en su gestación, los procesos participativos fueron testimoniales o sencillamente inexistentes, y lo más importante; en ninguno de los dos ámbitos urbanísticos que conforman la Plaza Europa se cumplen los porcentajes mínimos de reserva de techo residencial para la construcción de vivienda pública.
Así pues, quizá sea un buen ejercicio de ordenación urbanística o de arquitectura (no lo dudo).
Quizá haya contribuido a mejorar la percepción exterior de la ciudad.
Quizá haya reportado ingresos a las arcas municipales que hayan contribuido a mejorar la situación económica de la ciudad.
Quizá todo ésto sea cierto..., pero no es "Urbanismo Social".
Quizá también necesitemos, en la ciudad, poner en marcha un auténtico "Urbanismo Social".
Porqué no empezar por apostar firmemente por la vivienda pública y obligar a los promotores a reservar un 50% (un 10% más de lo que establece la legislación catalana) del techo residencial de nueva creación para ese fin?

lunes, 14 de diciembre de 2009

"PROHIBIDO PROHIBIR"

No es éste un alegato con el que pretenda reivindicar aquel eslógan de los jóvenes burgueses del mayo del 68 "prohibido prohibir" con el que pretendieron acabar con el concepto clásico de autoridad basada en los estamentos del poder, que aunque en buena medida consiguieron su objetivo, también produjo indeseables resultados en algunos ámbitos como el de la educación.

Sin embargo, en su espíritu había una reacción social y espontánea contra determinadas imposiciones del estado y de sus gobernantes que, por cínicas y contradictorias en muchas ocasiones, bien merecían esa revolución.

Cuarenta y un años después, con la democracia absolutamente consolidada y cuando mejor deberíamos estar en la cuestión de los derechos y deberes, paradógicamente, quizá sea necesario volver a recuperar el viejo espíritu de los jóvenes franceses del 68 y su "prohibido prohibir"...

Que está pasando con nuestros gobernantes?
Porqué hoy, todavía se mantiene un grado tan alto de cinismo en algunas de las políticas que se llevan a cabo?

Se permite la venta de tabaco, que reporta importantísimos ingresos al Estado pero sin embargo, se prohibe fumar en los espacios públicos...
Porqué no se prohibe entonces la fabricación y comercialización de cigarrillos?... quízá ese sería un modo mucho más efectivo de preservar la salud, aunque claro, no habría ingresos...

Se nos venden vehiculos de alta cilindrada y el Estado los graba especialmente por su elevada potencia pero sin embargo, se prohibe circular a más de 120 Km/hora...
Porqué no se prohibe entonces la fabricación de motores tan potentes y se limita la potencia para que no puedan superar la velocidad máxima?... quizá así aseguraríamos de antemano que nadie podrá imitar a Fernando Alonso en la carretera y se evitarían más accidentes... aunque claro, que pasarían con todos los ingresos que recibe el Estado de la Industria del automóvil?...

Qué pasa con esta democracia que permite que los estados nos embauquen y nos prohiban a la vez?

Habrá que volver al prohibido prohibir?

Habrá que reflexionar por lo menos... y hacerlo, si puede ser, en voz alta... cuantos más mejor, aunque de momento solo sea en el patio...

domingo, 13 de diciembre de 2009

LA DIGNIDAD DE LA POLÍTICA

Aunque es un tema recurrente, hace ya algunas semanas que pienso en ello más de lo habitual.
Si aquello que más puede ennoblecer a una persona es el trabajo para y por los demás es difícil entender el creciente descrédito que la acticidad política y los políticos están padeciendo de manera exponencial desde hace ya unos cuantos años.
Después de 40 años de franquismo (seguramente la más oscura y sórdida de las etapas que nos ha tocado vivir) la sociedad se repuso y nos dotamos de un sistema democrático y de unas reglas de juego que debían preservar la libertad y la igualdad de oportunidades. Quién podrà estar en contra de ésto o de aquellos que han de velar por su cumplimiento? Quién, en su sano juicio podría estar en contra de los políticos, que dedican una parte de su vida a trabajar por el interés público?...
Hoy, sin embargo, cada vez menos gente confía en los políticos y en el sistema. Los índices de participación son, en ocasiones, escandalosamente bajos hasta el punto que se pueden tomar decisiones concretas o gobernar con apoyos populares que no superan el 15% del electorado posible.
Se está produciendo una desafección creciente de los ciudadanos hacia la política y los políticos. Este fenómeno debería ser objeto de reflexión.
Porqué se produce la desafección? es fallo del sistema? es fallo de los políticos? es fallo de las estructuras de los partidos?
El sistema, sufragio universal, elección de los miembros de los parlamentos y plenos de corporaciones municipales bajo las siglas de los diferentes partidos políticos (listas cerradas), es un sistema, a mi modo de ver, excesivamente encorsetado, poco flexible e inaccesible a los ciudadanos que deben depositar su confianza en unas siglas pero no pueden hacerlo en personas concretas como parecería más lógico.
Porqué entonces, a pesar del debate actual sobre las listas abiertas, los partidos no se deciden a dar un paso adelante y acercarse así más a los ciudadanos? sencillamente porque ese escenario debilita las estructuras internas de los partidos. Pone en riesgo el status quo, el organigrama, el esqueleto y los poderess internos de sus estructuras, las cuales, paradógicamente, son las que menos han profundizado en la democracia. En la vida interna de los partidos es difícil, muy difícil discrepar... "puede costarte un puesto en la lista" o un cargo determinado tanto orgánico como en alguna institución pública. Así pues se confunde con frecuencia, lealtad con sumisión ciega, en la que la estructura basa su poder y por lo tanto, también su garantia de influencia y bienestar personal.
Es evidente pues, que un sistema de listas abiertas, libera a los políticos de esa parte de sumisión a las estructuras de los partidos y por lo tanto, todo lo positivo que representa (mayor libertad, mayor implicación del político que depende directamente de sus compromisos y programa contraido con la ciudadania que le ha votado a título personal) es precisamente lo que constituye un peligro mayor para las estructuras políticas y para sus dirigentes.
Los políticos también tienen mucho que ver. La actividad de la política (transitoria por naturaleza) debería desempeñarse por personas con clara vocación de servicio público. Ésto que parece una obviedad, no siempre es así (como sinó podría entenderse muchas carreras políticas de 20, 25 o 30 años de duración?). Salvo honrrosas excepciones que, bajo mi punto de vista, deberían considerarse por sus aportaciones, como patrimonio de todos (Maragall, Pujol, González, por citar algunos que nos son más cercanos) no parece lógico que la actividad política se dilate tanto en el tiempo porque acaba dando la sensación, frente a la ciudadanía, que algunos políticos están en política no para servir al interés general sinó para servirse de él.
Vaya por delante que creo en la honestidad de la mayoría de los hombres y mujeres que están en política, pero también creo que en ocasiones no son lo suficientemente valientes como para hacer frente a situaciones que si bien a la larga serán buenas para todos, a corto plazo, y dado el sistema actual, les puede acarrear problemas.
Los medios de comunicación, también tienen un papel protagonista en la situación actual.
La libertad de prensa, a veces comprometida por intereses económicos, por determinadas subvenciones o ayudas, es fundamental, pero igual de fundamental ha de ser el sentido de estado de quienes manejan los medios de comunicación.
Es cierto que en la era de las tecnologias digitales y de la globalización parece extremadamente difícil controlar a los medios, y es bueno que así sea. Sin embargo, sus responsables deben conocer las consecuencias de aquello que se publica y sobre todo, de la manera en que se publica.
Un ejemplo reciente es el tratamiento que se ha dado a los últimos episodios de corrupción ligada al urbanismo o a determinados y destacados dirigentes de algunas instituciones públicas.
Los casos Gürtel, Palma Arena, Pretoria o Liceu nos devuelven a la memoria la operación Malaya y algunos más.
En todos ellos, implicados políticos electos, en algunos de ellos con objetivos de enriquecimiento personal, en otros, sobrevuela la sombra de finaciación ilegal de partidos, pero en cualquier caso, en todos, con mucho ruido mediático.
Una reflexión para todos, especialmente para los medios; Determinados tratamientos de esas noticias, pueden producir beneficios en las ventas, mayores tiradas o índices de audiencia, pero con toda seguridad también contribuyen a crear un clima de crispación, desconfianza y desapego de la política que, lejos de desgastar al presunto/a culpable o a un partido en cuestión, desgastan el sistema, nuestro sistema que deberíamos preservar y mejorar.
Es precisamente en esas situaciones cuando la ciudadanía, aburrida y cansada deja de participar y puede dar más crédito a otras propuestas, a menudo más populistas pero escasamente democráticas.
Apostemos todos por dignificar la política, por fomentar la participación, por abrir las estructuras, por acercar la política a los ciudadanos y por recuperar una imagen pública acorde con una actividad tan noble como es el trabajo por el interés de todos.

sábado, 12 de diciembre de 2009

UN NUEVO ESPACIO

"El Patio" es una nueva herramienta que nace con la voluntad de convertirse en un espacio de reflexión y debate.
El urbanismo, la arquitectura, la actividad política, las nuevas realidades sociales, la ciudad de L'Hospitalet (mi ciudad), todos, temas que merecen atención y sobre los que podemos debatir en adelante.
Propongo un espacio donde todos nos podamos expresar con absoluta claridad, donde podamos hablar con la ropa tendida. Propongo un patio para mostrar y extender todo aquello que queramos compartir con los demás.