Cuando los recursos económicos escasean, los gobiernos de progreso tienen tendencia a subir los impuestos para equilibrar los ingresos públicos y poder así hacer frente a las políticas públicas, subsidios, sanidad, educación, servicios, etc...
Cuando hay crisis, la inversión privada baja i los impuestos aumentan (esa es la tentación de los gobiernos de izquierdas).
Pero pongamos un ejemplo...
¿Qué significa, a quién beneficia i a quién afecta en mayor grado el aumento del IVA?
En primer lugar, el aumento del IVA comporta para el Estado una mayor cantidad de ingresos que provienen de un impuesto que graba el consumo.
En segundo lugar, esos ingresos se supone que irán destinados a sufragar políticas públicas a las que todos los ciudadanos, por igual, tienen acceso.
La tercera cuestión merece, sin embargo, un análisis más cuidadoso.
Vayamos por partes. Un trabajador medio que gane 1.200/1500 euros mensuales, en condiciones normales, con una hipoteca (o alquiler), gastos familiares, etc..., no tiene capacidad de ahorro y por lo tanto, destina todo su sueldo (50/60% una vez restado lo que destina a vivienda) al consumo. Así pues, un impuesto como el IVA graba el 50 o 60 % de su sueldo.
Sin embargo, un tabajador que gane 3000 o 3500 euros, puede destinar a ahorro el 50% de su sueldo ( a salvo de los impuestos que graban el consumo) y por lo tanto el IVA solo afectará el 20 o 25 % de su sueldo.
Conclusión:
El IVA no es un impuesto progresivo y, por lo tanto, es por naturaleza, injusto, pero además, queda claro que son las clases sociales menos pudientes las que sin embargo realizan un mayor esfuerzo para con la economía pública que es la de todos.
Vaya negocio...